A las puertas de un largo fin de semana en la Comunidad de Madrid os ofrecemos algunas historias relacionadas con una localidad madrileña con sabor muy, muy castellano. Nos referimos al conjunto histórico de Chinchón.
Por Chinchón han pasado algunas estrellas de Hollywood y se han rodado películas como «Rey de Reyes», «La vuelta al mundo en 80 días» o «El fabuloso mundo del circo». Parece que el gran Orson Welles era muy amigo de las gentes de este pueblo y que se tomaba con ellos el primer sorbo de aguardiente de la mañana.
Por otro lado, la fiesta taurina tiene mucho arraigo en Chinchón. La primera corrida de toros que se celebró en la plaza fue en 1502 en honor de Felipe el Hermoso. Luego se convirtieron en clásicas hasta que Felipe V nombró la plaza como Real Coso Taurino.
Y como no podía ser menos, Chinchón también tiene su leyenda. El origen se remonta a Doña Francisca Enríquez de Rivera, segunda mujer del cuarto conde de Chinchón, don Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla, consejero de Felipe IV y virrey de Perú.
Parece ser que la condesa enfermó con calenturas muy altas durante su estancia en tierras americanas y fue tratada con unos polvos que curaban del paludismo y la fiebre. Tan eficaces fueron que Doña Francisca se trajo a España aquellos polvos extraídos de la corteza del quino. Un siglo después, el gran naturalista y médico sueco, Carlos Linneo, bautizó a aquel género del árbol como «cinchona», en recuerdo del título de la condesa, cuyo busto de bronce se puede ver en la plaza del Palacio.
Más información en «Pueblos y paisajes de Madrid» de Javier Leralta.